Manizales, 17 de octubre de 1999.
Doctor
LUIS JOSÉ RESTREPO RESTREPO
Director Periódico La Patria
Ciudad
Señor Director:
Hay rectificaciones que uno no quisiera hacer, pero que toca. Se equivoca Ignacio Restrepo Abondano cuando, en su columna en ese diario del 14 de octubre pasado, dice que los “contados documentos que tenemos (sobre historia de Manizales) no sobrepasan el nivel del ‘anecdotario'”.
Para refutarlo, ahí están, entre otras, las publicaciones de James Parson, Keith Christie, Manuel Rodríguez Becerra, Luisa Fernando Giraldo y José Fernando Ocampo Trujillo. También está el enorme trabajo de investigación primaria de Albeiro Valencia Llano. Y no puedo dejar de mencionar mi libro “La ciudad en la Colonización Antioqueña: Manizales”, del cual dijo Jorge Orlando Melo: “Este es, en mi opinión, uno de los mejores libros que se han publicado en el terreno de la historia colombiana… Es sorprendentemente bueno, por muchas razones… Es un libro que realmente representa una ruptura en la historia urbana hecha en Colombia… Es el primer texto de historia de una ciudad colombiana en el que encontramos una obra impecable, con unidad, con perspectiva analítica y con una gran cantidad de virtudes adicionales… A pesar de que el autor -por lo que leo, pues no lo conocía- es arquitecto, supera muy rápidamente el análisis tradicional de edificaciones y planos urbanos… Se desborda hacia una visión integral del proceso de desarrollo de la ciudad… El autor logra hacer esa historia urbana integral que todos soñamos para muchas de las ciudades colombianas”.
Mal podría dejar pasar como balance del trabajo de quienes nos interesamos por la historia el prejuicio que le comento, sobre todo en un artículo que habla del papel de los intelectuales, con motivo del sesquicentenario de la fundación de Manizales.
Atentamente,
Jorge Enrique Robledo Castillo
