Es muy importante y urgente reunir al Congreso de Colombia para atender la crisis del Covid-19 (Coronavirus).
Nada demuestra que el Congreso de Colombia no pueda reunirse presencialmente, como está hoy sucediendo en congresos de otros países. Si el Congreso no se reúne para cumplir con sus deberes y trabajos de ley no es porque no pueda sino porque no lo quieren reunir.
Miles y miles de colombianos –fuerza pública, sector salud, trasportadores, expendedores de alimentos, trabajadores de servicios públicos, etc.–, con sentido patriótico y valor civil, están cumpliendo con su deber de aumentar sus riesgos por el bien de Colombia. No hay razón que permita eximir a los congresistas de nuestros deberes constitucionales y de ley.
No existe ninguna norma en la Constitución ni en la Ley Quinta del reglamento del Congreso que lo autorice para sesionar sin estar efectivamente reunido en los recintos que señalan las normas, para cumplir con sus deberes legislativos y de control político.
Las llamadas “sesiones virtuales” del Congreso son contrarias a la ley y sus determinaciones serán ilegales.
Es especialmente riesgoso y negativo para los colombianos aprobar leyes mediante las llamadas “sesiones virtuales” del Congreso.
Convocamos a las presidencias de Senado y Cámara de citar, presencialmente y cuanto antes, a las dos corporaciones, según ordenan la Constitución y las leyes.
En un momento tan difícil de la historia de Colombia como este, los congresistas colombianos no podemos ser inferiores a las serias responsabilidades que nos exige la debida atención de los numerosos y dolorosos problemas que acosan a tantos compatriotas.