Manizales, 16 de Julio de 2001.
Doctor
NICOLÁS RESTREPO ESCOBAR
Director Periódico La Patria
Señor Director:
Acierta el Editorial de La Patria del 15 de julio cuando señala que las obras de la doble calzada Manizales – Chinchiná avanzan a paso de tortuga. Pero se le van las luces cuando señala que la lentitud se debe a que las tractomulas están transitando por La Siria y no por La Trinidad, lo que reduce el recaudo de peajes.
Primero, porque el nuevo contrato entre el consorcio y el Invías tuvo que hacerse sin contar con peaje en La Siria para sus cálculos financieros, cálculos que tuvieron que incluir los vehículos que pasarían por esa vía. Y segundo, porque si los análisis con los que se calcularon los cinco peajes del negocio resultaron equivocados y su recaudo es menor, debe entrar en vigencia la garantía que ofrece el Estado en estos casos de pagar de su bolsillo las sumas que no se cobren. ¿O fue que se eliminó esa gabela a los contratistas?
Para aclarar lo que de verdad ocurre sería bueno que se averiguara si el Consorcio y el gobierno están cumpliendo con los aportes a los que se comprometieron para financiar las obras, pues éstas hay que construirlas en dos años en tanto los peajes las pagarán en veinte. Y esto lo digo porque hay un antecedente poco conocido que figura en la investigación realizada por la Contraloría General de la República sobre el primer contrato de la mal llamada “autopista del café”: las garantías de financiación de las obras entregadas por el Consorcio no garantizaban nada, porque en ellas las instituciones financieras no hacían compromiso alguno. Al respeto, la Contraloría afirma que “las 11 cartas de intención de financiación del proyecto, adolecen de los requisitos mínimos exigidos en los Pliegos de Condiciones; por lo tanto la oferta presentada no debió ser tenida en cuenta ni aceptada por el Instituto”. O sea que el Consorcio empezó las obras en ese entonces con poco más que la cédula, como se dice. Que no resulte que en el nuevo contrato pase lo mismo, o que los banqueros, el Consorcio o el Estado no estén cumpliendo con los compromisos financieros adquiridos, acercándose una petición de modificar lo pactado, como ha sido corriente en los contratos de vías privatizadas.
De otro lado, es un error pedir que el Estado incumpla el acuerdo que firmó de dejar la vía de La Siria libre de peajes, porque éste tiene fuerza moral y legal, sin importar con quien lo haya suscrito. Pero es bueno precisar que ese acuerdo lo firmó con el concejo de Chinchiná, el alcalde de ese municipio y el gobernador de Caldas.
Atentamente,
Jorge Enrique Robledo Castillo