Inicio Biblioteca Cartas A LA PATRIA SOBRE TRASLADO DE LA BIBLIOTECA MUNICIPAL DE MANIZALES

A LA PATRIA SOBRE TRASLADO DE LA BIBLIOTECA MUNICIPAL DE MANIZALES

595

Manizales, 29 de abril de 2002.

 

 

Doctor

NICOLÁS RESTREPO ESCOBAR

Director Periódico La Patria

Manizales

 

Señor Director:

 

¿Qué será peor en la decisión del alcalde Germán Cardona Gutiérrez de llevarse la Biblioteca Pública Municipal de Manizales para el parque Los Yarumos, la idea o su sustentación? Según él, la biblioteca de todos los manizaleños debe quedar en ese punto extremo de la ciudad porque “la distancia no será un problema”, ya que “el parque queda en una zona equidistante entre los barrios La Enea y Chipre”, “no todo tiene que quedar al pie de la Plaza de Bolívar” y, para completar, “pensamos construir un cable aéreo que iría desde la avenida Kevin Ángel hasta la biblioteca”.

 

Es obvio que los análisis sobre las distancias en las ciudades, y más en Manizales, deben hacerse con respecto a la rutas peatonales y del transporte público urbano y no de los vuelos en helicóptero. Es fácil entender también que los servicios a escala municipal deben localizarse en las áreas centrales de las urbes, salvo que haya razones que lo hagan imposible, pues es allí donde le es más fácil desplazarse a la mayoría. Y que para llegar a una biblioteca pública de nivel de ciudad deba usarse un cable aéreo, ya raya con el absurdo.

 

Si de lo que se trata es de convertir en una prueba de esfuerzo consultar un libro en la Biblioteca Pública Municipal de Manizales, en Los Yarumos quedaría perfecta. Y si alguno va a ella se le demostraría al mundo que no hay traba que los manizaleños no sean capaces de vencer con tal de ilustrarse.

 

Que el alcalde ponga una pequeña biblioteca especializada en medio ambiente en Los Yarumos, vaya y venga; pero que esa sea la que le sirva a todos los manizaleños, particularmente a los niños y a los jóvenes, clama al cielo. ¿Hasta cuándo se seguirá organizando esta ciudad a punta de ocurrencias?

 

Atentamente,

 

Jorge Enrique Robledo Castillo