Juan Pablo Fernández M. / @FernandezMJP
Se está imponiendo el tapen-tapen para que los colombianos y en especial quienes cotizan en los fondos privados de pensiones, que administran recursos por $183 billones, no conozcan la reciente decisión de Santos y su ministro Cárdenas (Decreto 1385 de 2015, http://bit.ly/1OAvgO7), con la cual un grupo financiero, el Grupo Aval de Luis Carlos Sarmiento Angulo, podrá hacerse auto préstamos poniendo en riesgo los dineros de millones de colombianos y la estabilidad del sistema financiero nacional. La flexibilización de las regulaciones bursátiles y financieras son antecedente para las crisis, así sucedió con la que estalló en 2008 en Estados Unidos, que se extendió por todo el mundo y la cual sigue en desarrollo.
En Colombia existe historia sobre cómo los administradores o los dueños de importantes entidades financieras y de fondos de inversión, abusando de su posición privilegiada, de la falta de información del público y de su gran poder, han recurrido a medidas de dudosa legalidad para financiar sus inversiones poniendo en riesgo el ahorro público. Recientemente los colombianos conocieron el caso Interbolsa, donde los jefes de la compañía invertían en un fondo (Premium) para apalancar sus aventuras especulativas y solventar sus lujos.
Otros de esos escándalos, el cual entre sus precedentes tuvo una crisis económica internacional que contagió a toda América Latina, se dio en 1982. En ese año explotó la crisis del Banco de Colombia y del Grupo Gran Colombiano, donde bajo la dirección del banquero Jaime Michelsen, explica Fogafin, “se hicieron evidentes serios problemas éticos…que se materializaron con la proliferación de ‘autopréstamos’ entre las entidades que conformaban los grupos financieros.” Estos irregulares manejos estuvieron entre el inventario de las causas de la recesión donde las “acciones llevadas a cabo por algunos empresarios financieros, que si bien no eran del todo ilegales, sí eran moralmente inaceptables. Por ejemplo, se llegó a utilizar los depósitos del público para hacerse al control de las entidades financieras.” (http://bit.ly/1IoTBre)
Hasta el Decreto 1385, los auto préstamos desde los fondos de pensiones hacia fondos de inversión vinculados, se encontraban prohibidos. La modificación a la regulación crea una excepción a la prohibición y en adelante la Administradora de Porvenir podrá dirigir los dineros de las pensiones a Alianzas Público Privadas, APP, usando como vehículo a Corficolombiana, también de propiedad del Grupo Aval. El 11 de mayo pasado, en reunión celebrada en Wall Street, el vocero de Aval le dijo al gobierno que levantará las prohibiciones para que Porvenir invirtiera en Corficolombiana, su vehículo para meter plata en las vías 4G, un tipo de APP. Ante lo cual el vicepresidente Vargas Lleras respondió que harían los ajustes necesarios para permitirles hacer lo que hasta ese momento les estaba vedado (http://bit.ly/1IiyUgn).
Samiento Angulo es un banquero muy grande. Controla el 27% de los activos de los bancos y la mitad del ahorro pensional. Su tamaño junto con los de sus negocios financieros en el frente pensional y en las vías, entre otros, abarcan riesgos que con el relajamiento de los controles legales se abre la puerta para que desde las inversiones del Grupo Aval se inocule la ruina y la recesión al resto del sistema financiero y de paso a toda la economía.
Los especialistas tipifican dos vías de contagio en el sistema financiero: los préstamos entre los bancos comerciales y la exposición a la inversión en los mismos activos riesgosos o en cartera. La crisis de las hipotecas subprime y la del UPAC son ejemplos de exposición al mismo activo riesgoso. En el caso de las vías 4G se hace camino hacia posibles contratiempos. Todos los bancos colombianos están invirtiendo grandes sumas en ese negocio, el cual es de alta incertidumbre ante los largos plazos de la inversión y unos réditos atados a los peajes, que dependen de un tráfico con peligro de no concretarse y de unas vigencias futuras respaldadas por unas finanzas públicas con ascendentes traumatismos.
Sarmiento Angulo no arriesga su capital, sino el de los pensionados, y así, como dicen, la vida es un fandango, donde la clave la ponen medidas legales que avalan los conflictos de intereses, en medio de un ambiente de crecientes desbarajustes macroeconómicos.
Bogotá, 27 de julio de 2015.
