Entrevista al senador Jorge Enrique Robledo en la W Radio, de Caracol, 30 de enero de 2009.
Julio Sánchez: Está con nosotros el senador Jorge Robledo, del Polo Democrático Alternativo. Buenos días.
JER: Muy buenos días, Julio, y a sus compañeros de la mesa mis saludos, y a sus oyentes.
JSC: Doctor Robledo, esta mañana Alberto nos explicó que ha quedado planteada ya una división en el Polo Democrático Alternativo, no de matices ni de dinámica de política interna de un partido, sino de fondo. ¿Cómo quedan las fuerzas?
JER: Primero digamos esto, Julio: está planteada una controversia sobre un tema de bastante importancia, y yo espero que esa contradicción se termine resolviendo positivamente en el Congreso que vamos a hacer el 26 de febrero. En lo que a mí respecta, y en lo que respecta a quienes estamos en una gran convergencia que se ha creado dentro del Polo, la idea es que nadie se vaya del Partido. Aspiramos a mantener la unidad y haremos las contribuciones positivas que se puedan lograr en ese sentido. Pienso que vamos a consensuar con todo el Polo la mayor cantidad posible de cosas para este Congreso. Pero definitivamente hay un desacuerdo importante, y vamos a ver que sucede con él. Por el momento está planteado como un gran desacuerdo, en el sentido de que el doctor Gustavo Petro y el doctor Luis Eduardo Garzón han señalado que el Partido debe hacer una alianza con el liberalismo de César Gaviria para las elecciones de 2010. Los demás, y sobre los demás dice hoy El Tiempo que conforman el 60%, aun cuando con franqueza me atrevería a decir que puede ser el 75 ó el 80 por ciento, pensamos que el Polo Democrático Alternativo debe ir con candidato propio y con su propia concepción programática, encabezando por supuesto un gran proyecto de unidad nacional, pero con nuestra gente y escogiendo de manera democrática el candidato que sea. Nuestro candidato debe ir hasta las elecciones de mayo de 2010, y dependiendo de lo que suceda en esas elecciones, se mirará si hay segunda vuelta. Ya será otro pasaje. Pensamos que debemos ir con candidato propio. Si sobre este tema de candidaturas presidenciales no hay consenso, hay que votar y se seguirá la decisión que tomen las mayorías. Si gana el punto de vista de nuestros contradictores, ese será el punto de vista del Partido. Lo contrario: si gana el punto de vista que nosotros estamos planteando y al que a mi juicio todos debemos acogernos. Y entonces haría un llamado a que no se utilicen las amenazas de dividir el Partido para imponer a la brava ciertos puntos de vista. Aquí pensamos que hay que privilegiar los criterios democráticos y defender la unidad del Partido. Y espero que por el camino podamos consensuar acuerdos, y si no, que al final se vote. Que decidan las mayorías y que todo el mundo se quede en la organización.
Félix de Bedout: Pero estaría planteada la posibilidad de que por ejemplo se vaya Gustavo Petro del Polo. ¿Qué implicación tendría eso para el Polo?
JER: No sería nada bueno. No es bueno que de ningún partido se vaya la gente. Eso es algo que debe estar claro, y es un punto de vista que todos, quienes estamos de este lado con ese 75 ú 80 por ciento, compartimos. Pero al final uno tampoco puede obligar a la gente a que se quede en la organización y si él estima que su opción política es con el Partido Liberal o con una nueva fuerza, pues qué puede uno hacer. Es el caso de él, de Luis Eduardo Garzón, de María Emma Mejía. Yo me permitiría llamarlos a la sensatez y a que entiendan que no se puede construir una organización sin criterios democráticos y que el país necesita un proyecto de izquierda claramente definido para exponer nuestras concepciones y ganar la Presidencia y gobernar a Colombia.
Félix de Bedout: Senador, ayer Lucho Garzón escribía una columna en El Espectador, titulada “Un nuevo Guantánamo” y arranca diciendo: “Stalin es una pichurria frente a esta afirmación del senador Robledo, cuando trata de castigar la persistencia de quienes promovemos una gran coalición que enfrente a Uribe o a su candidato.” ¿Es usted la línea estalinista del partido Polo Democrático?
JER: Digamos que en este caso estoy coincidiendo con el 75 ú 80 por ciento del Polo Democrático Alternativo. Intentar decir entonces que el problema del Polo soy yo no deja de ser una curiosidad. Porque, repito, en este tema crucial estamos coincidiendo entre el 75 y el 80 por ciento, así en otras podamos tener diferencias. Ayer el doctor Garzón se toma el trabajo de buscarse los dos puntos que, creo yo, calculó él que podían ser más ofensivos. Uno, comparar al Polo con la cárcel de Guantánamo. Bueno, es posible que aquí hayamos cometido errores, pero pienso que la desproporción es evidente. Y dos, calcula también él que la peor ofensa que puede hacerme es compararme con Stalin o afirmar que yo soy peor que Stalin. No voy a entrar en ese juego. Simplemente, me limito a contarles a quienes leyeron la columna de ayer que el doctor Garzón comete un error muy grave: me cita fuera de contexto, sin explicar por qué razón fue que yo dije la frase que él me cita. No precisa cuál es la fuente, o sea, la gente no puede ir a constatar dónde fue que dije yo eso, y me quita la primera y la última frase del párrafo y pone en mi boca solo una parte. Entonces tengo que lamentar ese estilo. Me pasé toda la vida en la academia y si en algo se insiste en el mundo de la academia es en la rigurosidad que hay que esgrimir cuando se cita a alguien, porque si no se cita con rigurosidad se falsifica el pensamiento de las personas. Repito que mi posición es que nadie se vaya de aquí, pero que hay unos estatutos y unas normas que todos debemos cumplir, porque, o si no, esto se vuelve el caos. Eso no es positivo para la organización. Pero bueno, ese ha sido el estilo del doctor Garzón desde que salió de la Alcaldía. Lleva un año en que no ha tenido una sola frase amable con el Polo Democrático Alternativo ni con ninguno de sus dirigentes. En cambio, ha sido más bien coqueto, cariñoso, querendón, con el doctor Uribe y con todo lo que él representa.
Félix de Bedout: Usted cree que hay alguna manera, cuando ya les dicen estalinistas, cuando ya se cita a Guantánamo, cuando se viene utilizando todo este lenguaje, ¿ya hay posibilidad de conciliación, de reversa, de lo que se ha dicho de un lado y del otro?
JER: En lo que a mí respecta, no hay la menor duda de que estoy en condiciones de hacer todos los esfuerzos para llegar a acuerdos. Y creo que Jaime Dussán, Iván Moreno, Gloría Inés Ramírez, todos los sectores que coincidimos aquí, estamos en una actitud unitaria, fraternal, tranquila, de llegar a acuerdos y de encontrar consenso. Pero tampoco aceptamos que las minorías le quieran imponer a la brava a la mayoría sus puntos de vista. Espero que ellos reflexionen y recapaciten y entiendan la importancia de la unidad y entiendan que en los partidos a veces gana el punto de vista de uno y a veces pierde. He perdido en el Polo Democrático Alternativo votaciones sobre asuntos de importancia y eso es parte del asunto en debate, porque no por eso se le debe pegar una patada al tablero de la organización. Luego tendremos toda la paciencia y serán ellos los que tomarán la decisión de autoexcluirse y serán ellos los que tendrán que explicarles a los colombianos por qué asumen una actitud dogmática y sectaria que no contribuye positivamente a fortalecer el proyecto que estamos creando.
Julio Sánchez: Senador, eso es fácil decirlo con esa tranquilidad y ese tono conciliador cuando se tiene la mayoría. ¿No?
JER: No. Cuando se tiene la minoría uno pierde y se somete. Si el doctor Garzón y el doctor Petro ganan en el Congreso las mayorías y deciden poner el Polo a la cola del Partido Liberal de César Gaviria, pues bueno, esa será la decisión. Y si hay consulta del Polo para escoger candidato presidencial y triunfa el doctor Garzón o el doctor Petro, pues ese será el candidato presidencial de todos y a él le haremos la campaña. Cuenten con que yo en estos puntos soy bastante riguroso, porque es un problema de convicciones. Ahora, yo sé que perder y estar en minoría es desagradable y doloroso, pero eso no debe conducir a tomar decisiones equivocadas.
JSC: Senador Robledo, le quiero hacer una última pregunta: independientemente del pulso político que hay dentro del Polo y ese debate que ha quedado planteado y que usted nos ha explicado, ¿qué pasó con Lucho Garzón? Se lo pregunto porque hace un año estábamos hablando con un Lucho Garzón, recuerdo un reportaje de dos páginas que le hizo Roberto Pombo en el diario El Tiempo, estábamos hablando con un hombre que tenía en su mano una serísima y poderosísima opción presidencial, que salió con un gran prestigio, que capoteó una Alcaldía que por supuesto tuvo debilidades, dificultades, pero que salió muy bien de su Alcaldía, que logró vencer una cantidad de obstáculos, de trampas de la política local, de la política distrital, que fue un renovador, un hombre simpático, un hombre con sentido del humor. Pero si usted mira ese reportaje en El Tiempo o ese mes de enero del año pasado con respecto de la imagen de Lucho Garzón, mire todas las cosas que ha hecho, que ha dicho y que han pasado por la vida de Lucho Garzón que hoy lo tienen absolutamente desdibujado, siendo un hombre tan valioso. ¿Qué le pasó a Garzón?
JER: Hagamos primero una reflexión que puede ser interesante. Si algo no es estático en la vida es la política, y este es un buen ejemplo de cómo las cosas cambian. Es una reflexión que también les hago a quienes piensan que el doctor Uribe es la única salvación de Colombia y que hay que quedarse con él por lo siglos de los siglos. No, el mundo cambia. Sobre lo que usted afirma, realmente habría que preguntárselo a él. Pero si usted recuerda, Julio, el reportaje que usted le hace al doctor Luis Eduardo Garzón, un libro largo que leí cuidadosamente, y además la entrevista que usted cita de Garzón con Roberto Pombo, son una especie de diatriba contra la izquierda democrática colombiana. Y, paralelamente, una propuesta de unidad con el “Chiqui” Valenzuela, con Moreno el del BID, con Francisco Santos, con el uribismo en general, con todo el establecimiento. No hay una sola frase amable para con el Polo. Desde ese día nos dijo que él lo que quiere crear es el “partido de la calle”. O sea, cuando todavía no había mediado ni una sola conversación sobre estos temas ni nada, ya el doctor Luis Eduardo Garzón asumía una actitud de rompimiento o, por lo menos, de amenaza de rompimiento. Y a lo largo de todo el año es básicamente la actitud que ha mantenido. Por ejemplo, él ha sido sistemáticamente invitado por el doctor Carlos Gaviria para que asista a las reuniones del comité ejecutivo del Polo. Nunca quiso asistir y siempre mantuvo una actitud de intemperancia, de exceso de celo en la crítica contra nosotros, de una actitud inamistosa todo el tiempo. Ese ha sido el proceso. Vinieron las elecciones del Polo. No quiso presentar su nombre como uno de los candidatos para contribuir al éxito del Congreso en ese aspecto. Aquí la impresión que tengo es que se asiste a una persona que era de una manera hace un tiempo y cambió su manera de ser y de pensar y de actuar, y como en el Polo seguimos siendo un proyecto de izquierda democrática, probablemente eso a él ya no le interese. Pero le quiero insistir en que ni en su entrevista, ni en la que hace con Roberto Pombo, Garzón asume una actitud fraternal, tranquila, conciliadora, bregando a llegar a acuerdos, sino más bien preparando un rompimiento y amenazándonos, como diciendo, se hace lo que yo digo, y lo que yo quiero es un acercamiento con el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, o monto el “partido de la calle”. Así empezó él año, y por supuesto no me sorprende que un año después esté mal. No son entrevistas de unidad de la izquierda. Pero bueno, nunca es tarde para corregir y las puertas están abiertas y, repito, no queremos que nadie se vaya del Polo. Que el doctor Garzón juegue aquí y tendrá todas las garantías. Voy a repetir una idea que ha expuesto Carlos Gaviria sobre el tema: el doctor Garzón tiene en el Polo todas las garantías, lo único que no le podemos garantizar es que tenga la mayoría. Esa garantía no se la podemos dar, porque esa garantía se la tiene que ganar él con su trabajo y sus actitudes.
JSC: Moraleja: lo que comienza mal, termina mal. Doctor Robledo, y a todas estas ¿cómo queda Petro en el sánduche?
JER: Pues esperemos que el doctor Petro se quede aquí, lo mismo que el doctor Garzón y la doctora María Emma, esperemos que no haya un contagio en la actitud de no someterse a las decisiones democráticas del Partido ni a la actitud de irse. No queremos eso. Ahora, también hay que entender que si hay unas mayorías configuradas, esas mayorías pueden hacer todo el esfuerzo por consensuar, y lo estamos haciendo, pero si al final no hay acuerdo, Julio, no podemos hacer otra cosa que votar. Y no puede decir esa minoría que si votamos, entonces se va, porque entonces cómo hacemos. Estamos por la unidad, pero al final la decisión la tienen que tomar ellos y esto por supuesto incluye al doctor Gustavo Petro, quien ojalá se quede aquí y entienda que hay una posición muy larga, mayoritaria, sosteniendo que debemos tener candidato propio, proyecto propio, programa propio, no en un proyecto de aislamiento del Polo de la sociedad colombiana ni del resto de la política, sino de unidad nacional. Voy a poner como ejemplo lo que sucedió con la Alcaldía de Samuel Moreno: el Polo saca 350 mil votos al Concejo de Bogotá y 900 mil votos a la Alcaldía. Allí hubo, de una u otra manera, un proyecto de unidad con otros sectores. Eso es lo que queremos hacer con el Polo. Que el doctor Garzón o el Doctor Petro presenten sus nombres como precandidatos. Escogemos entre todos un candidato y vamos con él a la lucha política y democrática en que los distintos sectores juegan su nombre. Pero que a estas horas de la vida, cuando la izquierda democrática ya se puso los pantalones largos y logra sacar 2.700.000 votos en las elecciones pasadas –¡qué otro partido en Colombia tiene eso en su haber!–, se nos diga que lo que debemos hacer es ayudarle al doctor César Gaviria en su proyecto de protección del Partido Liberal, proyecto que me parece muy legítimo pero que no es el nuestro, no me parece lógico. Pero si además ellos dos quedan en minoría con esa posición e insisten en que tenemos que hacer eso como sea o si no se van, pues nos ponen en una situación muy difícil. Aspiro a que la controversia se resuelva positivamente y por la vía de la unidad, pero al final ellos tendrán que tomar sus decisiones.
JSC: Pero, senador, no será la doctora María Emma, el senador Petro y el ex alcalde Garzón están apostándole a un efecto mediático y popular que también les puede funcionar, es decir, nosotros somos Ignacio Lulla Da Silva, nosotros somos la izquierda moderada, la izquierda que entiende que tiene que convivir con el establecimiento y los que se queden allá son la izquierda radical, recalcitrante, ¿esa no será la apuesta de ellos tres?
JER: Tal vez. Ellos deben de tener su lógica y probablemente esté dentro de ese marco, que a mí me parece, para decirlo suavemente, maniqueo, porque insinúa que nosotros no queremos convivir. El Polo tiene definido programáticamente que no estamos por la violencia en contra de nadie. En mi caso llevo cuarenta años martillándolo, y es el caso de casi todo el mundo en el Polo. Ellos seguramente van a dar ese tipo de argumentos, pero bueno, no se aceptan dentro del Polo Democrático Alternativo. Nosotros queremos un proyecto de unidad nacional, policlasista, donde quepan desde los sectores más humildes de la vida nacional hasta los sectores del empresariado que quieran construir país y defender la producción nacional industrial y agropecuaria, las condiciones de vida del pueblo colombiano y un Estado al servicio de los colombianos. Es una visión de izquierda democrática la que estamos planteando, y no creo que allí haya ninguna desproporción ni ningún extremismo insoportable. Hay sí un proyecto de izquierda democrática. Ahora, si ellos quieren hacer un proyecto diferente, eso ya sería otra discusión diferente. Pero no es posible, y sobre esto quiero llamar la atención, que todas las vertientes de la derecha colombiana cuenten con su partido y que el único partido que no se pueda construir sea el de la izquierda democrática, porque proponérselo aparece como una especie de delito. Pero bueno, ellos podrán plantear la cosa como les parezca y aspiro a que sea dentro del Polo, en decisiones democráticas, donde se vea de qué lado están las mayorías y que es lo que desea el Partido. Y si se va a apelar el día de mañana a votaciones generales y ellos presentan sus nombres por fuera del Partido a la Presidencia o al Congreso, serán también los colombianos los que dirán qué es lo que quieren. Pienso que la propuesta de ellos es autodestructiva para el Polo, porque si la acogemos destruimos el Polo. Y creo que es autodestructiva para ellos mismos. Usted ahora mencionaba el periplo de vida del doctor Luis Eduardo Garzón en el último año. Pienso que lo que están proponiendo es autodestructivo para ellos mismos, cosa que lamento, pero ese es el debate político y el debate democrático y cada quien irá tomando sus decisiones.
JSC: Senador Robledo, muchas suerte para el futuro del Polo, porque la existencia, la permanencia del Polo, su organización política, las demostraciones que ha dado en las distintas convocatorias lo que presenta es un escenario democrático en Colombia para que existan más opciones y una opción que está también en el poder, que ha ganado elecciones, que tiene un alcalde tan importante como el de Bogotá o representaciones en distintas corporaciones, lo que tiene que estar es organizado. El Polo va con su propio candidato, no acepta ese tipo de coaliciones, si Petro o Garzón y María Emma insisten en alianzas tendrán que ser por fuera del Polo. Y ahora la palabra la tienen ellos. Por lo que acabamos de escuchar las mayorías las tiene el senador Robledo y sus compañeros en el Congreso. Y si ellos quieren serán bienvenidos al Polo, pero dentro de lo que acabamos de escuchar o de lo contrario tendrán que buscar otras opciones políticas. Senador Robledo feliz mañana y muchas gracias.
JER: A ustedes mil gracias y un saludo a sus oyentes.