Jorge Enrique Robledo
Bogotá, 17 de octubre de 2008
Dice alguien: “En la Unión Soviética las elecciones son carreras en las que corre un solo caballo”. Comenta Alfonso López Michelsen: “Sí, y en las de Colombia corren varios caballos, pero todos son del mismo dueño”. Este es, en esencia, el gran dilema del Polo Democrático Alternativo (PDA). ¿Queremos ser otro caballo más del mismo dueño, es decir, de las fuerzas retardatarias que han gobernado el país en contra de los intereses nacionales, de manera que cuando triunfemos en realidad ganen los mismos para que todo siga igual? ¿O queremos actuar por cuenta propia, con el objetivo de crear el más amplio proyecto de unidad nacional que nos lleve a la victoria, pero con el propósito de transformar profundamente a Colombia?
De la respuesta a estas preguntas dependerá quiénes caben en el proyecto unitario del Polo. Que el PDA debe tener las puertas abiertas para crecer su fuerza y vencer, no ofrece dudas, pero es obvio que deben estar de par en par pero para quienes estén de acuerdo con lo que se aprobó por unanimidad en el Congreso de fundación del Partido. Cambiar el programa por uno de derecha podrá conseguir nuevos adherentes, pero al costo de convertirnos en otro caballo más de los mismos dueños y abandonar los intereses del pueblo; y eso, como ya ha sucedido en Colombia, también podría reducir o hasta liquidar la organización. Entonces, si alguien de las fuerzas políticas tradicionales quiere entrar al Polo Democrático, bienvenido, pero que primero se comprometa con nuestro ideario y a actuar de acuerdo con su nueva militancia. ¿No sería hasta ridículo que hubiera una tendencia uribista en el Polo?
Y esto no es sectarismo. ¿Por qué va a ser sectarismo delimitar el espacio político que configuran unas concepciones sobre lo que debe ser Colombia? ¿No es más sectario establecer que la izquierda democrática no tiene derecho a consolidar un proyecto unitario con sus puntos de vista? ¿No es el colmo querer convertirnos en un fraude para engañar a los colombianos y hacer por nuestra cuenta lo que a la derecha le cuesta cada vez más trabajo hacer?
Ahora más que nunca los derechistas de todos los matices carecen de autoridad moral para querer borrar del mapa nuestras concepciones. La crisis económica internacional prueba el descomunal fracaso de las imposiciones de Washington para resolver los problemas del mundo. Según los datos del PNUD 2007-2008, entre 177 países, a Colombia solo lo superan seis en la peor desigualdad del ingreso. Y el trato dado a los paros de los corteros y Asonal, más la feroz represión contra los indígenas, confirma que es deber de la izquierda mantener sus concepciones, para ganar y gobernar con ellas.
Y una última razón para defender un Polo unido y de izquierda democrática: la crisis económica mundial no conducirá a que el imperialismo y las trasnacionales abandonen su rapacidad, como dicen avispados e ingenuos. Por el contrario, aumentarán sus esfuerzos para oprimir y saquear más a países como Colombia. Luego al Polo le tocará aumentar su trabajo para dirigir la resistencia de la nación, defendiendo la soberanía, el trabajo, la producción y la democracia auténtica.