Inicio Biblioteca Artículos RESPUESTA A MARIO GÓMEZ ESTRADA

RESPUESTA A MARIO GÓMEZ ESTRADA

576

Señor Doctor

LUIS FELIPE GOMEZ RESTREPO

Director Diario La Patria

Manizales

 

Señor Director:

 

Le envío este comentario sobre una de las últimas salidas del Doctor Mario Gómez. Creo que vale la pena que lo conozcan los lectores porque se trata de un aspecto clave para comprender la naturaleza de la Federación de Cafeteros.

 

Con saludos cordiales.

Jorge Enrique Robledo Castillo

Manizales, 21 de mayo de 1998.

 

Señor Doctor

LUIS FELIPE GOMEZ

Director Diario La Patria

Manizales

 

Señor Director

 

En la patria del 20 de mayo pasado, el día de la última marcha cafetera, Mario Gómez Estrada intenta descalificarme como dirigente gremial cafetero con el argumento de que yo no tengo “un palo de café”. Pero ese señalamiento no resiste análisis, sobre todo viniendo de quien viene.

 

Como lo sabe toda persona informada en el tema del café, ninguno de los gerentes de la Federación de Cafeteros desde 1935, Alejandro López, Manuel Mejía, Arturo Gómez y Jorge Cárdenas, ha tenido finca cafetera. Es más, el profesor e investigador Mariano Arango sostiene que no se puede ser caficultor y gerente de la Federación, porque ese funcionario representa los intereses del gobierno nacional.

 

Pero podría ser que no hayan tenido finca cafetera debido a las exigencias de un empleo evidentemente complejo y que ello también explique por qué Luis Carlos Villegas, el director de la Andi, no tiene fábrica, ni Sabas Pretel, el jefe de Fenalco, posee tienda, aunque sí le responden a juntas directivas de industriales y comerciantes.

 

No obstante, en la Federación hay una particularidad que ojalá explicaran sus dirigentes: los representantes “cafeteros” -así entre comillas- en su Comité Nacional no tienen que ser caficultores, porque así lo permiten los estatutos de esa agremiación. Para mencionar apenas unos ejemplos, con el Doctor Mario Gómez Estrada actuaron en el Comité Nacional de Cafeteros Alfonso Palacio Rudas y Humberto de la Calle, quienes tampoco poseían “un palo de café”.

 

Entonces, Señor Director, es bien curioso que lo que seguramente le parece al Doctor Gómez Estrada sabio en la Federación, le parezca en mi caso una situación descalificadora. ¿Será mucho pedirle a los contradictores de Unidad Cafetera que midan con la misma vara? ¿Cuántas marchas cafeteras habrá que hacer para que se resignen a aceptar que perdieron el monopolio gremial entre los caficultores colombianos?

 

Atentamente.

 

 

JORGE ENRIQUE ROBLEDO CASTILLO

Coordinador Nacional

Unidad Cafetera