Sala de Prensa, 6 de agosto de 2021. Luego de que la Contraloría General de la República advirtiera sobre los potenciales riesgos económicos, ambientales y de tráfico marítimo y de operaciones de navegabilidad del proyecto de construcción de la Regasificadora del Pacífico y del Gasoducto Buenaventura-Yumbo; el senador por DIGNIDAD, Jorge Enrique Robledo, resaltó que estas advertencias confirman las preocupaciones presentadas por él en la Audiencia Pública realizada el pasado 23 de febrero en la Comisión Quinta del Senado.
Entre las principales advertencias hechas por la Contraloría está que la construcción y entrada en operación de la Regasificadora, podría generar un aumento cercano al 32% en la tarifa que pagan los usuarios de gas en Colombia, así la misma no se vaya a utilizar. Así mismo, este proyecto podría generar un efecto adverso al proceso de transición energética ya que podría generar que los usuarios del sector industrial retomen el uso de combustibles mas baratos, pero más contaminantes. Así mismo, las advertencias del Entre de Control Fiscal confirman las preocupaciones del senador Robledo de que el proyecto entre en operación sin el gasoducto requerido, transportando el gas en carrotanques, con sobrecostos evidentes pero que no se han estimado por las autoridades competentes. Tal como lo señaló el senador Robledo en su carta dirigida al Contralor General, Carlos Felipe Córdoba, el pasado 18 de marzo: “El proyecto de la Regasificadora del Pacífico es altamente inconveniente […] porque el costo de la obra de la Regasificadora impactará sobre el precio final de los hogares de prácticamente todo el país. Sumado a lo anterior, el proyecto ha sido modificado en el último mes e incluso se autorizó su puesta en funcionamiento sin la infraestructura necesaria, y sin mencionar los sobrecostos asociados”.
Finalmente, la Contraloría confirmó que el proyecto, destinado a la importación de gas en Colombia, esté concebido por un presunto escasez de gas que podría presentarse en 2024 (según la UPME), pese a que según el Estudio Técnico presentado por la misma entidad planta cerca de nueve años de reserva de gas de producción nacional, es decir hasta el 2030: e incluso teniendo en cuenta que si se cumplen los cronogramas de licitación, adjudicación y ejecución del proyecto, la Regasificadora entraría a operar en julio de 2026, dos años y después de presentarse dicho déficit. “Cuando uno entra en los detalles nos vale un ojo de la cara montar la planta y la pagamos los colombianos. Además, el gas que se importa es mucho más costoso que el gas nacional, y lo último que nos han ocultado es que nos van a transportar ese gas no en un gasoducto sino en camiones. Acá hay poderes descomunales moviéndose a favor de esta importación a través de esa regasificadora”, puntualizó el senador Robledo.