Declaración Senador Jorge Enrique Robledo, Bogotá, 18 de marzo de 2008
Los más de 2 billones de pesos perdidos deben aumentar. Se confirma lo inicua de la decisión de especular con los recursos de los trabajadores. Que el gobierno diga toda la verdad
No es cierto que los 1.94 billones de pesos perdidos en enero pasado por los 7.87 millones de trabajadores colombianos adscritos a los fondos obligatorios de pensiones “no corresponden a pérdidas efectivas”, como dijo Mauricio Toro, Presidente de la administradora de fondos de pensiones y cesantías, Protección (El Tiempo, Mar.17.08). Y también constituyen pérdidas ciertas el menor valor de los fondos de pensiones voluntarias por 130.312 millones de pesos y los 89.279 millones de pesos de menos que valen los fondos de cesantías.
Cualquier trabajador que en este momento reclame sus recursos en esas entidades confirmará que esa plata sí está perdida. Otra cosa es que si, más adelante, los fondos de pensiones y cesantías recuperan su valor, también se recuperan los recursos de los trabajadores. Pero lo que está para verse es si las cosas mejorarán o empeorarán.
Además, las enormes pérdidas señaladas corresponden a la baja de la bolsa de valores en solo el mes de enero, y esta ha caído también en febrero y marzo, hasta alcanzar la notable desvalorización del 15.82 por ciento, por lo que el valor de los fondos de pensiones y cesantías inevitablemente se ha reducido más.
Y nada indica que en el corto y el mediano plazo esas pérdidas podrán recuperarse. Por el contrario, seguramente aumentarán, en la medida en que se incrementen las consecuencias de la gravísima crisis de la economía estadounidense e internacional en Colombia, el país peor preparado en el continente para el tsunami económico que recorre el mundo.
Estos dolorosos hechos confirman que las advertencias en contra de la privatización de las pensiones y las cesantías sí eran ciertas. Y no solo por el peaje que el parasitismo financiero le impuso a esos recursos, sino por la inicua decisión de tomar las pensiones de los trabajadores y someterlas a la especulación propia de la bolsa de valores. Que un inversionista arriesgue su plata especulando en la bolsa, vaya y venga, ¿pero que se juegue así con los ahorros de los trabajadores?
Que el gobierno del presidente Álvaro Uribe diga toda la verdad sobre las pérdidas de los trabajadores.