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Senador Jorge Enrique Robledo: “le llegó la hora a la izquierda”

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Luz Manosalva Méndez, El Universal, Cartagena, octubre 21 de 2008

“El cambio de Cartagena depende de la transformación de todo el país”, puntualiza Jorge Enrique Robledo, senador de la República, y miembro del Polo Democrático Alternativo, para quien la serie de eventos que se han venido registrando en el mundo y el país, dan cuenta de que le llegó la hora a la izquierda.

A cinco días de la consulta interna de los partidos, Robledo habla de su interés de ser delegado nacional en el II Congreso Nacional del Polo (a realizarse en febrero próximo), y explica algunos de los lineamientos que fortalecerían al partido, además de lanzar duras críticas al gobierno del presidente Uribe.

El próximo domingo serán elegidos de listas nacionales y departamentales 1.500 delegados que asistirán al mencionado congreso, de los que se escogerá la Junta Nacional del Polo (integrada por 250 personas), que luego elegirán el Comité Ejecutivo Nacional conformado por 36 miembros del partido, que son su máxima autoridad cuando no realizan congreso. También habrá un congreso de jóvenes.

Muchos dirigentes del Polo en sus diferentes tendencias aspiran a ir al congreso postulando sus listas. Robledo encabeza la número 30 y en Bolívar apoya la 107 (encabezada por Luis Carlos Fuentes). En Cartagena también se eligen 36 delegados.

Para el partido, en las listas tiene que haber un número determinado de hombres y mujeres, y hay planchas de minorías indígenas, negritudes, entre otras, y se vota por cifra repartidora. Hay listas cerradas y abiertas. La lista departamental es de voto preferente.

¿Cuál es la importancia de asistir al II Congreso del Polo?

—“En el congreso se definen las principales orientaciones del partido, por ejemplo, en el tema de candidaturas presidenciales se establecen las reglas del juego y la orientación del partido, o bien se pueden modificar los estatutos.

En nuestro caso, estamos bajo la consigna de ‘Por un Polo unido y de izquierda democrática’. Creo que la tendencia mayoritaria entre los postulados a delegados será defender tres grandes razones: un Polo de izquierda democrática, porque el Polo no está por moverse hacia la derecha ni por entregarse al uribismo, ni por traicionar al pueblo en nuestras convicciones; un Polo de puertas abiertas, sólo para un proyecto de izquierda, y el reconocimiento a Carlos Gaviria como una persona importante en la constitución del partido.

Usted señala que el polo no debe moverse de la izquierda, ¿qué piensa de la propuesta de Ernesto Samper y Lucho Garzón de unir partido?

—Habrá que esperar a ver la propuesta de Samper acerca del nuevo partido que quiere conformar, no la conocemos. Lo que vemos es que probablemente exista un interés de él en aspirar a la Presidencia.

Me opongo a que el Polo se vaya hacia la derecha, recordemos que el centro está a la derecha de la izquierda. Sería un error muy grave. En la derecha hay muchas vertientes, hay mucho donde estar, uno piensa que la izquierda también debería tener derecho a existir y a tener su propuesta: la de la izquierda, y dentro de eso tener sus propuestas de unidad.

En este sentido, no pueden haber acuerdos positivos si es para continuar el uribismo sin Uribe. La discrepancia del Polo con el Presidente es programática porque no compartimos sus puntos de vista económicos, sociales y políticos, la idea de cambiarlo por cualquiera, con cualquier programa igual, es una idea que rechazamos de manera absoluta, porque lo que le hace daño al país no son los nombres, sino los programas que desarrollan los nombres. Nosotros no somos del centro”.

La diversidad de matices hacen ver a un Polo segmentado ¿es eso cierto?

—Los medios de comunicación derechistas han manipulado la información. No hay organización humana que no tenga diferencias, el uribismo las tiene: casos palpables, el Partido Conservador y el de la U.

Entre otras cosas, son temas que iremos resolviendo y tratando, para eso es el congreso. Lo que sí es cierto es que al Polo le han magnificado la existencia de tendencias, matices y debates, pero eso es algo muy natural.

¿Cómo ve a Colombia en la crisis económica mundial?

—La crisis económica mundial es la crisis del modelo del neoliberalismo y de la globalización neoliberal. Si hay un momento en que la derecha no tiene ningún derecho a decirnos que nos movamos hacia ellos, es ahora, cuando todas sus concepciones han fracasado. Ahora se viene un aumento del desempleo, del hambre, de la pobreza, de la riqueza desigual.

Los derechistas deberían cerrar el pico, pero una cosa es clara, en nuestro país la crisis no significa el fin de los puntos de vista de la derecha. Uribe lo que va a proponer es que sean los pobres los que la paguen, así como Estados Unidos tratará de que países como el nuestro lo hagan.

¿Qué propone el Polo?

—El Polo reclama soberanía y oposición al neoliberalismo, que no nos venga aquí la derecha a insistir en que mantengamos un programa que ha fracasado en Colombia y en todo el mundo. Si alguien tiene derecho a insistir y proponer una política de gobierno es la izquierda.

¿ Y las relaciones con Estados Unidos?

—No negamos relacionarnos con el mundo, lo que nos proponemos es hacer negocios buenos para el país, el Tratado de Libre Comercio (TLC) es un mal negocio, es desigual. Las teorías pueden ser cualesquiera, pero la práctica es la que dice lo que funciona y lo que no.

Estados Unidos nos obliga a hacer cosas que no son convenientes y el intervencionismo del Estado que impera en Colombia, pese a estar en una política que lo limita, es algo fariseo. Lo que no queremos es ser colonia de Estados Unidos.

¿Obama o MacCain?

—Yo no apoyaría a ninguno si viviera en Estados Unidos. Ambos son fundamentalmente iguales aun cuando tengan matices, porque la historia política de ellos es como la nuestra, sus pilares políticos son sus dos grandes partidos… aunque si gana Obama uno sentiría un fresquito, porque sería la derrota de las políticas de Bush y las de Uribe, que tiene un estado vasallo.

Además, si Obama gana las elecciones es porque es un negro blanqueado por las transnacionales. No piensa como negro, así que meterle el factor mediorracista al tema es enredar a la gente.

¿Qué piensa del intento fallido de reformar a la justicia?

—La Constitución dice que hay separación de poderes y el Presidente hace hasta lo imposible para arrodillar a la justicia y salvar a sus ‘para-amigos’. Afortunadamente derrotamos la iniciativa y no se dio la reforma a la justicia, porque no era pensada en función de los derechos de la gente, sino en dos propósitos: golpear a la Corte Suprema de Justicia para debilitarla en su accionar contra los procesos de la parapolítica, y sacar a los parapolíticos de la cárcel, que cabe anotar, son en 80% uribistas.

¿Y su opinión de Cartagena?

—Cartagena es una excelente radiografía del drama nacional, por un lado la felicidad y la fiesta, la rumba, la plata, el trago, y por el otro la miseria, prostitución, corrupción etc.

Tengo entendido que mis compañeros locales han decidido no apoyar a la actual Administración porque no comparten la concepción programática sobre los problemas en Cartagena, pero ese tipo de decisiones las toman los dirigentes locales según los estatutos del partido, y son ellos quienes deben pronunciarse.

Lo que sí puedo decir con respecto al gobierno de Uribe, es que el Polo no apoya a uribistas: defendemos postulados diferentes. En Colombia hay asuntos democráticos, pero no hay democracia, ¿cómo puede haberla con el pueblo en el analfabetismo? ¿con los paras en el poder?.

La educación debe ser pública, y el 50 % de ésta es privada; hay derecho a hacer sindicatos, pero mire lo que pasa con los obreros de la caña, la huelga que tienen es porque están bregando a hacer uno y les echan el Ejército y los tildan de subversivos. Hay cómo demostrar con hechos la forma en que el espíritu de las normas constitucionales que tienen que ver con los derechos de la gente, no se cumplen. Se ha aplicado el método de barrer debajo de la alfombra.