1.- Porque en un país con tanta corrupción como Colombia, en la administración pública, en la política y en los negocios privados, nadie puede –sin mentir, y hay quienes han mentido– acusar a Fajardo de actos de corrupción como alcalde de Medellín y como gobernador de Antioquia. Y tampoco pueden –sin engañar otra vez– acusarlo de hacer pactos con indeseables, aunque eso le reste posibilidades electorales, pues Fajardo es coherente con su idea correcta de que quienes hacen política mal no pueden gobernar bien.
2.- Porque, al mismo tiempo, Fajardo ha demostrado saber trabajar con personas y organizaciones con las que tiene diferencias, en razón de que no es sectario en política y entiende que para vencer y convertir en realidades las propuestas se requiere saber llegar a acuerdos sobre ideas correctas, incluso al costo de tropiezos y errores, como ha ocurrido en la Coalición Centro Esperanza.
3.- Porque Fajardo entiende bien que reelegir a Iván Duque en cuerpo ajeno –así los mismos con las mismas presenten a Federico Gutiérrez como “cambio”– hundirá más a Colombia en el fracaso de las concepciones económicas, sociales y políticas implantadas desde hace años. Y porque sabe que el cambio necesario no puede encarnarlo Gustavo Petro, dado el desacierto y lo irrealizable de muchas de sus propuestas y los errores de su trayectoria política. Y Fajardo les lleva a los dos otra ventaja fundamental en la que es invencible: él sí es capaz de unir a los colombianos en pos de los cambios necesarios, sacándonos de la confrontación estéril en la que nos tienen presos.
4.- Porque Fajardo tiene el mejor programa de gobierno, con la imprescindible ventaja de que es realizable, a diferencia de los pajaritos de oro que se ofrecen y que en la práctica solo son útiles para que tantas gentes buenas muerdan la carnada con la que las llevan a otra frustración más.
5.- Porque para completar el mundo de los timos propio de muchos políticos colombianos, unos y otros atacan a Fajardo con la argucia de decir: “Sí, es el mejor, pero no puede ganar en la segunda vuelta porque la elección se va a definir en la primera”, viveza planteada para empujar al llamado voto útil, que induce a votar no por el mejor sino por el que se cree que ganará, como si las elecciones fueran carreras de caballos. Esta argucia parte además de la gran mentira de afirmar que la Presidencia se va a definir este domingo 29, cuento que nadie ilustrado en política respalda ni repite. Para lo que sí les sirve a fiquistas y petristas esta viveza es para tratar de impedir que Fajardo llegue a la elección definitiva de junio, pues saben que les derrotaría a cada uno de sus dos candidatos.
6.- Porque, en todos los casos, una gran votación por Fajardo mañana jugará un papel clave en el futuro del país, al poner en alto su acertada y realista propuesta programática, además de fortalecer la tesis de que “en política no todo vale”, rechazando la teoría y la práctica con la que los corruptos han ganado y ganado elecciones en Colombia mientras gobiernan contra el país y contra sus propios electores.
Bogotá, 28 de mayo de 2022.
