En los últimos días, usuarios y trabajadores de la empresa de acueducto y alcantarillado de Chiquinquirá se han movilizado en rechazo a la propuesta del Alcalde de privatizar la empresa, mediante la figura de la concesión a particulares, en detrimento del patrimonio de municipal y el servicio de los usuarios.
Los chiquinquireños se oponen a que un derecho como el agua se convierta en un negocio de un monopolio privado. Tunja, por ejemplo, tiene una de las tarifas más caras del país y el acueducto es operado por Proactiva, una de las compañías privadas que ha monopolizado los acueductos de varias regiones del país.
El senador Robledo expresó su respaldo a la lucha de los chiquinquireños contra la privatización de la empresa y calificó como inaceptable que se insista en una política que, después de dos décadas, ha demostrado ser contraria a los intereses de los ciudadanos.
“A la empresa la quieren entregar en concesión, no por mala, sino por buena”, afirmó Robledo. El congresista explicó que la política de privatización de los servicios públicos ha sido nefasta para el país, pues convierte los derechos ciudadanos en el negocio de unos cuantos y lesiona la economía nacional. Por ejemplo, la industria nacional paga una de las tarifas de energía más caras de la región, lo que multiplica sus costos de producción.
Oficina de Prensa
Senador Jorge Enrique Robledo
4 de noviembre de 2014
