Jorge Enrique Robledo
Bogotá, 28 de mayo de 2009.
Mucha gente se pregunta por qué Bavaria SabMiller les vendió baratos a los hijos del Presidente y a sus socios dos excelentes lotes en la Sabana de Bogota –de 54 y 100 hectáreas–, en vez de realizar ella misma la especulación inmobiliaria que va con la Zona Franca de Occidente, donde el negocio se multiplicó de 8.600 a 138.000 mil millones de pesos desde diciembre de 2006. Lo mismo se cuestiona sobre Gran Sabana, la otra parcelación en un lote que la trasnacional les vendió por 22 mil millones de pesos a ellos y a un grupito de cacaos y en la cual los Uribe Moreno “no colocamos inversión en dinero para obtener esa participación (12%), sino que la obtuvimos de la promoción del mismo” (Caracol radio, May.13.09). Y llama la atención que Residuos Ecoeficiencia, otra empresa de los jóvenes negociantes, terminara reciclándole a Bavaria sus desechos industriales.
De otra parte, el gobierno le concedió a Bavaria, a través de la Cervecería del Valle, una zona franca permanente especial en un lote suyo de 30 hectáreas en Yumbo, Valle, concesión que, entre otras gabelas, le reduce el impuesto de renta del 33 al 15% durante 30 años. También le otorgó, el 7 de febrero de 2007, un contrato de estabilidad jurídica por 20 años, canonjía que hace que durante ese lapso no se le puedan desmejorar las condiciones al negocio, con lo que, por ejemplo, lo exceptúa de pagar un nuevo impuesto de guerra. En el trámite de la zona franca ocurrieron flagrantes violaciones de las normas. Y el gobierno no puede demostrar que eran acuerdos convenientes para el interés nacional.
Según la DIAN, el trámite para aprobar esta zona franca especial, la primera que se creo en Colombia, se inició el 7 de enero de 2007, pero la Cervecería del Valle solo se constituyó un mes y medio después, el 26 de febrero, mediante escritura Nº 620 de la notaría 11 de Bogotá. Es más extraño que el 7 de enero le recibieran los documentos para tramitarla, porque ese tipo de zona franca solo apareció con el Decreto 383, expedido el 12 de febrero de 2007. A la cervecera se le hizo un requerimiento único de información el 10 de abril de 2007 y este aparece respondido el 9 de abril. Y el 8 de marzo la Cervecería del Valle efectuó una nueva solicitud de zona franca especial, hecho que genera dos posibilidades: o se tramitó desde el 7 de enero, cuando era ilegal hacerlo, al 30 de abril, fecha en que se otorgó, o entre el 8 de marzo y el 30 de abril, con una rapidez inaudita. El parecido con el caso de la Zona Franca de Occidente no parece ser mera coincidencia.
Las zonas francas permanentes y especiales de la administración Uribe se constituyeron bajo una norma que deberá ser declarada inconstitucional, porque el Decreto 383 de 2007 que las autoriza no tiene sustento en la Ley 1004 de 2005, en la que tiene que apoyarse todo lo relativo a zonas francas, y porque dicho decreto modifica el impuesto de renta, cambio que solo puede hacerse mediante una ley aprobada por el Congreso.
Más grave es que la zona franca especial y el contrato de estabilidad jurídica no los concedió el gobierno para estimular una nueva inversión de Bavaria SabMiller, que se supone es el objetivo de esas medidas, en razón de que la empresa tenía la decisión de invertir desde años atrás. En efecto, en el Informe Anual de Bavaria de 2003 (Pag. 32) se da cuenta de la “Iniciación de actividades para la construcción de la cervecería del Valle que sustituirá a la de Cali –Colombia– y que, con una capacidad instalada que duplicará la de ésta, cubrirá territorios de alto consumo que eran abastecidos por fábricas que cesaron sus operaciones en desarrollo del proceso de racionalización de la plataforma industrial”. En 2004, Planeación de Yumbo aprobó la licencia de urbanismo y construcción de la nueva fábrica y la Corporación Autónoma del Valle autorizó construir explanadas y vías dentro del lote (ver www.senadorrobledo.org/?q=no…). Luego, sin duda, el gobierno le otorgó, de manera por completo innecesaria para el país, la zona franca y el contrato de estabilidad jurídica.
Además, es obvio que a un monopolio como Bavaria SabMiller, que controla casi todo el mercado nacional, le toca expandir y modernizar sus equipos para cubrir un consumo que tiende naturalmente a crecer, aun cuando no tenga las gabelas de las zonas francas especiales y los contratos de estabilidad jurídica. Podrá haber casos excepcionales en los que sin estímulos especiales una empresa no se instale o crezca en Colombia, pero ello no ocurre en este caso. Y son inmensos los recursos que el Estado deja de recibir (11.707 millones de pesos en solo impuesto de renta en 2008) y que tienen que reemplazarse con más tributos a los colombianos del común.
Coletilla: Bavaria, que en el gobierno de Álvaro Uribe destruyó el sindicato de la empresa, el cual tenía más de 50 años de existencia, además consiguió que el municipio de Yumbo la exonerara del impuesto de industria y comercio por diez años, exención que, según el Informe Financiero de Cervecería del Valle de 2008, le “representa un ahorro de aproximadamente 10 millones de dólares”.