- Banco Agrario, con MinHacienda y MinAgro en la junta directiva, aprobó crédito por $120.000 millones de pesos a Odebrecht cuando sus máximos ejecutivos estaban en la cárcel por corrupción
- El crédito también benefició al Grupo Aval, propiedad de Luis Carlos Sarmiento Angulo. Tres de sus empresas (Corficolombiana, el Banco de Occidente y FiduOccidente) participaron en el otorgamiento del préstamo.
- Jorge Enrique Robledo y José Roberto Acosta desde enero de este año han demostrado cómo ese préstamo era indebido y cómo la plata está perdida (http://bit.ly/2iJzp7T).
La historia del tumbe
En diciembre de 2015 el Banco Agrario (estatal) le prestó 120.000 millones de pesos a Navelena, empresa propiedad en un 87 por ciento de la multinacional corrupta Odebrecht. Ese crédito, según informe de la Contraloría General de la República, violó elementales normas de prudencia y de adecuado manejo financiero del Banco. ¿Cómo es la historia del tumbe?
Para el momento de la entrega del indebido crédito, cinco altos funcionarios de Odebrecht, incluido su presidente mundial, en Brasil llevaban seis meses presos por el escándalo conocido como el Lava Jato. Esto significa que esa empresa tenía un gran riesgo reputacional y es sabido en el mundo de los banqueros que si alguien tiene procesos judiciales por corrupción u otro tema en curso es mejor esperar y no prestarle plata, porque seguro no paga. Es mejor prevenir que curar, dice la sabiduría popular.
Pasándose por la faja las normas y en contra del interés público, la Junta Directiva del Banco Agrario, donde tienen asiento los ministros de Agricultura y el de Hacienda, aprobó el crédito por ¡120.000 millones de pesos! Será que si un empresario medio del campo o un campesino están encarcelados, ¿el Banco le prestaría plata? ¡Claro que no! Según la Contraloría la Junta omitió aplicar la Circular Externa 100 de 1995 de la Superintendencia Financiera y el Manual de Crédito, Cartera y Garantías del propio BanAgrario.
El crédito aprobado además de favorecer a Odebrecht también benefició al Grupo Aval, propiedad de Luis Carlos Sarmiento Angulo. Tres de sus empresas (Corficolombiana, el Banco de Occidente y FiduOccidente) participaron de distintas maneras en el otorgamiento del préstamo. La primera le presentó el proyecto al BanAgrario; la segunda era la encargada de manejar los recursos de Navelena; y la tercera para el momento del préstamo en cuestión tenía un crédito con Navelena por 50.000 millones, el cual se pagó con la plata del Banco Agrario, es decir, una deuda que tenía embolatada el banco privado se le transfirió al banco público. ¿Hubo corrupción privada en este negocio?
Como cereza del pastel, en Fiduoccidente nunca ha habido plata para pagar los 120.000 millones, según esta le certificó a la Contraloría. La garantía para el pago era el cierre financiero, hecho que nunca se dio porque nadie se iba a juntar con Odebrecht.
Jorge Enrique Robledo y José Roberto Acosta desde enero de este año han demostrado cómo ese préstamo era indebido y cómo la plata está perdida (http://bit.ly/2iJzp7T). Lo que constantemente niega el gobierno nacional. Después de meses de controversia hoy la Contraloría les da la razón a Robledo y Acosta.
Es necesario que los colombianos no permitamos que nos sigan metiendo los dedos a la boca y que los medios de comunicación ayuden a develar la verdad para que no triunfe el tapen tapen que quieren imponer los grandes poderes, entre los cuales se encuentra el Fiscal Néstor Humberto Martínez, quien tiene a su firma de abogados como asesora de Navelena-Odebrecht. ¡Podrá investigar a los jefes de este desaguisado un Fiscal que ha sido su consejero!
Vea la rueda de prensa de Jorge Enrique Robledo y José Roberto Acosta
Bogotá, 14 de septiembre de 2017
Prensa Jorge Enrique Robledo
