Boletín de Prensa
Jorge Enrique Robledo Castillo
Coordinador
Unidad Cafetera Nacional
Manizales, noviembre 17 de 1993
En el día de ayer se informó que funcionarios de Fedesarrollo y del Banco de la República propusieron una nueva rebaja del precio interno, con el argumento de mejorar las finanzas del Fondo Nacional del Café‚. Y ante tamaño exabrupto, pueden hacerse varias consideraciones, partiendo de la base de que los cafeteros han visto disminuir su ingreso en un 50% en los £últimos años, al tiempo que la cosecha nacional ha descendido en un 16%.
Lo primero que se nota es la absoluta insensibilidad social de una burocracia que tras argumentos aparentemente técnicos quiere meter de contrabando las tesis neoliberales que imponen las agencias internacionales de crédito.
Y lo segundo que salta a la vista es que esa propuesta oculta que buena parte de la crisis cafetera no tiene origen en las bajas cotizaciones externas, sino en medidas económicas de orden interno tomadas por el gobierno nacional. Esa burocracia cruel no dice que las finanzas del Fondo Nacional del Café‚ mejorarían automáticamente, y de manera notoria, si se modificara la política de revaluación artificial del peso que tanto golpea a los exportadores colombianos. También guarda silencio sobre por qué no son mayores los recursos del Fondo Nacional del Café, cuando se sabe que ese fondo ha sido saqueado por todos los gobiernos en m s de tres mil seiscientos millones de dólares, sin contar las enormes inversiones en obras públicas que sustituyen las obligaciones oficiales, las cuales se han seguido haciendo a pesar de la caída de los precios internacionales.
Ha sido tal la actitud anticafetera del gobierno que en plena crisis, en medio de la bancarrota de los productores, hasta Doña Ana Milena Muñoz de Gaviria dispuso de ochocientos millones de pesos del Fondo Nacional del Café para financiar a Colfuturo, la fundación de bolsillo que preside la primera dama de manera vitalicia.
Ante estos hechos, y ante tamaña propuesta, hay que decir que la paciencia de los cafeteros también podría tener límites, y que una nueva baja del precio interno del grano podría generar un auténtico movimiento de resistencia civil cafetera que se atravesara en los designios de un gobierno que pareciera querer entrar en el futuro como el que liquidó a la caficultura nacional.