Por: Andres Pachón / @AndresPachon85
Odebrecht es dueña del 86% de Navelena SAS, consorcio al que le fue adjudicado el Megacontrato para “recuperar” la navegabilidad del rio magdalena por 2.5 billones de pesos. El Banco Agrario le prestó a Navelena, es decir, al consorcio Odebrecht, 120.000 millones de pesos en diciembre de 2015, cuando ya eran escándalo mundial las imputaciones por corrupción al presidente de dicha compañía y, más grave aún, cuando la Superintendencia de Sociedades ya había informado que una de las compañías de Odecrecht se encontraba en causal de disolución por pérdidas (http://bit.ly/2jD4oqD), pues desde septiembre de 2015 sus pasivos (29.399 millones) ya eran superiores a sus activos (25.494 millones).
Otra curiosidad de este irregular préstamo denunciado por el Senador Jorge Enrique Robledo y José Roberto Acosta (http://bit.ly/2iJzp7T), es que se hace con dineros públicos, pues el Banco Agrario es una entidad financiera estatal, que presta plata de los Colombianos y en su junta directiva, que aprobó el multimillonario crédito, tienen asiento el Ministro de Agricultura -quien la preside-, el Ministro de Hacienda, y un representante directo de Juan Manuel Santos. También llama la atención el costo del crédito, pues mientras a los campesinos se les cobra una tasa del DTF+5 a una empresa quebrada se le prestó al DTF+2, ¡y con muy mala garantía!
El Estatuto Orgánico del Sistema Financiero, la Superintendencia Financiera y los propios Estatutos del Banco Agrario son enfáticos al señalar que los miembros de la junta directiva tienen la obligación de “administrar diligentemente los negocios”, “realizar su gestión con profesionalismo, integridad, competencia e independencia”, “Conocer adecuadamente la actividad económica que desarrollan sus clientes, su magnitud”, y por sobretodo “buscarán salvaguardar al BAC del riesgo moral, para lo cual no coadyuvarán, facilitarán o permitirán la utilización de las operaciones bancarias para que a través de estas hagan curso transacciones que pretendan el manejo u ocultamiento de dineros ligados con actividades ilícitas”.
¿Por qué los Ministros y el Gobierno de Juan Manuel Santos le entregaron miles de millones a una empresa quebrada e investigada en el mundo por corrupción? ¿Por qué el Banco Agrario le presta más barato a Odebrecht que a los campesinos? ¿Será que el “súper gerente” de las 4G, Germán Vargas Lleras, no sabía de dicho crédito?
A pesar de que el Vicepresidente dijo que desconocía el préstamo, llama la atención el trino de su coequipero Carlos Fernando Galán (Cambio Radical) en el que señaló: “Vice Vargas Lleras llamó al Ministro de Agricultura para decirle q no estaba de acuerdo con q banco agrario le diera ese préstamo a Navelena” (http://bit.ly/2jykxua). Y no deja de ser muy llamativo, y muy equivocado, que el Fiscal Néstor Humberto Martínez (Cambio Radical), el pasado 5 de diciembre, saliera ante los medios a decir que no había rastro de corrupción en contratos del Rio Magdalena, solo semana y media después de conocer un caso que tiene más de 30.000 folios.
En conclusión, prestar multimillonarios recursos públicos, sin garantías adecuadas, a una empresa quebrada y cuestionada a nivel mundial, no es un actuar diligente, ni prudente, y nunca lo aprobaría un buen hombre de negocios, además de ser un atentado contra la reputación del Banco Agrario (http://bit.ly/2jKr85w), razones suficientes para que la junta directiva, incluyendo Ministros y Gobierno, deban responder ante la ley. Además, mientras se adelantan las investigaciones legales, es imperativo que los involucrados respondan políticamente, dándole la cara al país que ya no aguanta más actos de corrupción. Así que señores ministros, señor presidente, señor vicepresidente, señor fiscal, los escuchamos…
Por: Andrés Felipe Pachón Torres
@AndresPachon85