Bogotá, 30 de septiembre de 2015.
Doctor
JUAN MANUEL SANTOS
Presidente de la República de Colombia
Referencia: por el cierre de la frontera, es muy dolorosa la situación del pueblo de La Guajira.
Cordial saludo:
La semana pasada recorrí numerosas poblaciones del César y La Guajira y confirmé lo que me temía. Es muy fuerte el impacto negativo, económico y social, de la decisión del gobierno de Venezuela –que el Polo Democrático Alternativo no comparte– de cerrar los pasos fronterizos entre los dos países. Resultan evidentes el deterioro de los negocios y el aumento del desempleo, la pobreza y la miseria entre los colombianos de la zona, y es seguro que igual ocurre entre el hermano pueblo venezolano.
Y la situación de La Guajira –sobre todo entre los Wayuu–, que ya era mala, se ha tornado gravísima.
Como las pocas fuentes de trabajo en la zona –en particular en Maicao y Paraguachón– dependían de los intercambios entre los dos países y estos desaparecieron de un día para otro, se disparó el desempleo, la pobreza y la miseria, a lo que hay que sumarle una muy extrema y dolorosa escasez de agua.
Las autoridades indígenas de Paraguachón, con las que me reuní, me solicitaron transmitirle, Señor Presidente, toda su dramática condición: Como no tienen empleos, porque perdieron hasta el rebusque en el que se ocupaban, tampoco tienen ingresos. Y es conocido el incremento en el costo de los artículos de primera necesidad y los combustibles que a precios inferiores antes llegaban de Venezuela.
Numerosos taxistas –muchos de ellos wayuu–, que iban y venían de Venezuela, llevan más de veinte días sin ingreso y sin respaldo oficial, al tiempo en que tampoco ven una rápida reapertura de la frontera. Y los combustibles, tras de escasos, caros. Es fácil percibir que hay severos problemas de especulación.
En resumen, hay un fuerte incremento de la pobreza y la miseria. Hay hambre entre el pueblo guajiro. Y solos no tienen cómo romper el círculo vicioso que los tiene presos de esa condición.
En consecuencia, señor Presidente, cualesquiera sean las ayudas que el gobierno ha aprobado para La Guajira –y es seguro que igual ocurre en Cesar, Norte de Santander y Arauca–, son por completo insuficientes, razón por la cual le solicito tome las medidas que sean necesarias para respaldar a estos compatriotas.
Atentamente,
JORGE ENRIQUE ROBLEDO
Senador de la República
Polo Democrático Alternativo
